Los hechos y desafíos
El transporte es el sector de uso final de emisiones de más rápido crecimiento. Las emisiones del transporte crecieron casi un 1,7% anual en los últimos 20 años. Esta es una tasa más rápida que cualquier otro sector. Además, la industria del transporte depende de los productos del petróleo para el 91% de su consumo de energía. De hecho, en Europa, la industria del transporte por carretera genera el 15% de las emisiones del continente. Por ello, el sector debe reducir sus emisiones un 3% anual para 2030, reduciéndolas a menos de 6 Gt para 2030.
Para lograr este objetivo, la industria necesita adoptar soluciones de movilidad sostenible. Uno de los mayores desafíos es aligerar la huella de carbono del transporte de carga pesada. Si bien los camiones eléctricos ya son una realidad, la carga pesada aún no ha hecho el cambio. Ya hay proyectos en marcha, como los camiones de concreto premezclado eléctricos a batería encargados por Cemex. Sin embargo, según WEF, para electrificar su flota, Cemex pierde 2t de concreto por entrega.
Evidentemente, se necesita innovación para la electrificación de carga pesada. Además de esto, la infraestructura de carga también es fundamental para la movilidad eléctrica en la industria logística. Se necesitan opciones de carga en carretera para el transporte de mercancías por carretera de larga distancia más allá de un rango de 250 millas. Es necesaria una mayor inversión en infraestructura e incentivos fiscales para aumentar la demanda y reducir los costos.