Si hablamos de energía fotovoltaica, es preciso decir que Asia se encuentra en la cima de los productores con más del 50% de instalaciones. Este tipo de energía representa el futuro de la economía verde, pues además de permitir la obtención de energía de manera directa, es un método totalmente sustentable y económico que ayudará a que otras industrias puedan volverse verdes.

La energía fotovoltaica es una de las energías menos costosas y ha logrado abaratar su producción un 75% mientras continúa en crecimiento. Falta mucho por recorrer y la expansión de este sector a nivel global es urgente para lograr las metas de la transición a energía verde. Si todo marcha de acuerdo al plan, la energía fotovoltaica disminuirá las emisiones de C02 un 21% para 2050.

De acuerdo a las proyecciones de IRENA, el presupuesto debería de aumentar en un 68% para lograr el crecimiento adecuado del sector a nivel global. Esto implica grandes beneficios socioeconómicos para los expertos en el tema, pues los empleos irán a la alza.

En 2018 se esperaba la creación de 3.6 millones de empleos en el sector. Tan solo en Asia se crearon casi 3 millones, lo cual representa el 85% de los empleos en fotovoltaica a nivel global. Se puede estimar también un crecimiento en empleos en Estados Unidos y Europa ya que producen el 20% y el 10% de esta energía a nivel mundial respectivamente.

Hoy en día, este tipo de energía es líder en creación de empleos dentro de las renovables gracias a distintos factores como incentivos y políticas que otorgan los gobiernos. Además, esta creación de empleos reflejará crecimiento económico a corto plazo; un gran ejemplo es la contratación de 372,000 personas en el sur de Asia y parte del territorio de Sub Sahara.

Es imprescindible que tanto empleadores como empleados e incluso estudiantes estén al tanto de estas cifras. Esta es una oportunidad para que estudiantes comiencen a perfilarse como el mejor candidato especializándose en las labores que se requieren dentro del sector.

Si bien la construcción de plantas será la principal fuente de empleo, seguida del transporte, se necesitará el apoyo de colaboradores en distintas áreas. El talento se requiere desde la parte operativa en donde figuran los instaladores hasta la administrativa y la de investigación. Se requerirá el apoyo de ingenieros y químicos que puedan crear estrategias para mejorar la obtención de energía y otros especialistas pues se trata de una industria que debe desarrollarse en su totalidad.

El futuro de la energía fotovoltaica es claro, sin duda terminará siendo la principal fuente de energía debido a sus múltiples beneficios, entre ellos, la posibilidad de generar energía incluso de noche gracias al método de concentración de luz solar. La expansión del sector es constante y presenta un panorama bastante optimista ya que sus instalaciones han llegado a regiones con acceso limitado de energía. Las noticias sobre este sector son abundantes y nos esperan nuevas muy pronto. Sigamos al pendiente de las energías del futuro.

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